En los últimos años las tarifas energéticas han tenido una subida realmente espectacular en nuestro país. Esto, unido a la creciente concienciación medioambiental hace que cada vez haya más personas preocupadas por que sus electrodomésticos consuman lo menos posible. A continuación te damos algunas claves.
Etiquetado energético:
Divide los productos en 9 gamas en función de su eficiencia. Los que más consumen tienen una calificación de G y los que menos tienen la A++. Además también da información sobre otros aspectos como capacidades o ruidos. Por razones obvias, la clasificación sobre su eficiencia (de la A++ a la G) es la más relevante para los objetivos de este artículo y no queremos dejar de destacar su importancia ya que en un plazo relativamente corto de tiempo un electrodoméstico más barato con peor calificación sobre su eficiencia puede resultar mucho más caro debido a su consumo energético.
Consejos útiles para distintos aparatos:
La nevera:
-Ante todo, es importante hacer un uso racional y no abrir la puerta más veces ni más tiempo del necesario.
-Debe ubicarse lejos de fuentes de calor, tanto artificial como natural. Por ello interesa especialmente situarla lejos del horno o de las zonas más soleadas de la cocina.
-La parte trasera debe contar con espacio de ventilación y mantenerse limpia. La suciedad y la mala ventilación aumentan hasta un 15% su consumo.
-Las gomas de las puertas han de estar en buenas condiciones para evitar pérdidas de calor.
-Si acumula hielo, es muy importante descongelarlo cada vez que sea posible. El hielo puede aumentar el consumo hasta un 30%.
-Para la nevera la temperatura idónea es de 6 ºC y para el congelador -18 ºC.
-Llenar excesivamente la nevera o el congelador hace que las corrientes de frío circulen peor y que se pierda energía.
Cocina y horno:
-Cocinar con las cacerolas tapadas permite alcanzar antes altas temperaturas y ahorrar.
-Las ollas a presión permiten un gran ahorro de tiempo y energía.
-El calor residual se puede usar (especialmente en cocinas eléctricas, vitrocerámicas y hornos) para que los alimentos se terminen de cocinar apagándolos un poco antes.
-El horno es el aparato de mayor consumo, por lo que conviene usar aparatos alternativos si se quiere ahorrar. El microondas es el más eficiente.
-Cada vez que se abre la puerta del horno se puede perder hasta un 20% del calor.
El lavavajillas:
-Estudios recientes, como éste citado por la OCU, afirman que el uso del lavavajillas ahorra agua y luz frente a lavar a mano con agua caliente.
-Si se cuenta con programas de ahorro (especialmente a menor temperatura), vale la pena usarlos y, siempre que sea posible, usarlo completamente lleno.
-Si se aclara la vajilla antes de su uso conviene hacerlo con agua fría.