Recientemente tratamos el tema de los jardines nocturnos y ya anticipamos la variedad de opciones que tenemos a nuestra disposición para hacer que luzcan. Efectivamente, contamos con numerosas opciones que nos ayudarán en este aspecto, tanto para los jardines creados específicamente para disfrutar por las noches como para cualquier paisaje que requiera iluminación. A continuación daremos un repaso a algunas de esas opciones que tal vez puedan encajar en tu jardín:

Luces de acento:

Foto: www.decoluxe.net

Son muy adecuadas para realzar espacios puntuales, por lo que es especialmente interesante utilizarlas en función al tamaño del jardín. Por ejemplo, en un jardín relativamente pequeño puede ser una muy buena opción ocultar pequeñas luces tras rocas distribuidas por el jardín que contribuyan a que éste parezca de mayor tamaño. Las lámparas solares (incluyendo las antorchas) se pueden utilizar para iluminar zonas dispersas sin tener que hacer instalación eléctrica y con un mantenimiento muy bajo y las lámparas de aceite o las antorchas de jardín convencionales también son interesantes, aunque siempre hay que tener muy en cuenta la seguridad y tomar todas las precauciones necesarias.

Entre el resto de opciones debemos contemplar el uso de las que utilizan corriente de bajo voltaje, ya que permiten gran seguridad para jardines en los que juegan niños y/o mascotas. Para que puedas hacerte una idea de hasta qué punto mejoran la seguridad puedes tener en cuenta que la corriente que emplean es similar a la de muchos de los juguetes de los niños. Son especialmente recomendables para los paseos o los bordes.

Iluminación general:

Si no se trata de un jardín destinado únicamente a espacios íntimos lo habitual es que se utilicen luces que permitan llenar buenos espacios de luz. Se puede optar por focos (cada vez hay diseños más atractivos) para iluminar de manera más definida o también lámparas o reflectores para hacerlo de manera más difusa. Dependiendo de la temperatura de color que queramos que emitan podremos optar entre una gama que puede ir desde 1800 a 3000 K y usar lámparas que pueden dar muy distintos efectos al poder ser de vapor de sodio, mercurio, fluorescentes, entre otras opciones.

Foto: decoracion2.com

Luces de ambiente:

Para una iluminación más delicada que la que se consigue con focos, reflectores o lámparas más convencionales se pueden usar sistemas de iluminación ambiental. Para ello es muy interesante aprovechar las ventajas que nos dan las tecnologías LED, que son de gran eficiencia energética.